NO A LOS COMEDORES ESCOLARES PARA NIÑOS «POBRES»

Al Gobierno de Canarias, Ayuntamientos y Cabildos

Si la semana pasada poníamos el grito en el cielo por el trato indigno y vergonzante que la Televisión Canaria ha dispensado a una madre en situación precaria a la que grabó y engañó para luego estar usando su imagen sin consentimiento para un spot publicitario durante tres meses, con el perjuicio que este hecho le ha supuesto a ella y especialmente a sus hijos menores, hoy tenemos que volver otra vez en la defensa de la dignidad y la integridad moral de los menores y sus familias, ante una nueva ocurrencia del Gobierno de Canarias en su afán por parecer cercano a los problemas de los canarios. Nos referimos al lamentable espectáculo que están ofreciendo el Gobierno y su Presidente, el Consejero de Educación y los Ayuntamientos con el delicado asunto de los niños canarios que no tienen para comer y la opción abierta de darles de comer en verano en los colegios junto con clases de inglés y alguna actividad más, según hemos podido saber.

Casi un mes llevan dándole vueltas a la en apariencia positiva idea de abrir los comedores escolares en verano para que puedan comer allí unos 8000 niños «pobres» de entre las muchas familias precarias que hay en nuestro Archipiélago. Decimos en apariencia porque no hay una reflexión en profundidad del asunto, si la hubiera se darían cuenta nuestros «responsables» políticos de que esta medida es segregacionista, no es más que un mínimo parche que deja fuera a muchos y puede ser muy perjudicial para el correcto desarrollo de la personalidad y la autoestima de los menores.

Consejeros GobCanarias

Porque para empezar, según más de un estudio serio (Unicef), en Canarias hay unos 112.000 niños viviendo en la actualidad bajo el umbral de la pobreza, con aproximadamente 17.000 escolares de familias con ingresos inferiores a los 6000 euros anuales. Luego la medida, ya de entrada se queda muy corta.

Y porque en verano, los niños están con sus familias, jugando, descansando, estudiando si flojean en algo, y comiendo, en sus casas, por supuesto, con sus padres y hermanos. Y esto es así y así le gustaría que fuera a cualquier familia precaria a la que ustedes le pregunten. Porque la infancia es sin duda la etapa más bonita de la vida de cualquier persona, y son también los años en los que se forja el carácter y buena parte de lo que cada uno seremos de mayores, por ello, se debe preservar y proteger a los niños de cualquier estigma o situación que los lleve a ser conscientes de lo desgraciados y diferentes que son en comparación con otros niños. Por eso, si los niños de las familias que tienen dinero suficiente no van a comer al colegio en verano ni a dar clases de inglés, los niños «pobres» tampoco deberían tener que ir al colegio en verano a comer y a aprender inglés.

Ahora pónganse por un momento, señores «representantes» políticos, en el lugar de una madre precaria cuya hija pese a la precariedad haya sacado muy buenas notas: ¿cómo piensan que le va a explicar esta madre a su hija que tiene que ir al colegio en verano a comer y a dar clases de una asignatura que ya aprobó junto con algunos niños más, junto con algunos niños «pobres»?

Por eso, en la Plataforma por la Dignidad estamos radicalmente en contra de que se abran comedores escolares en verano para niños «pobres» por mucho que se quiera maquillar con algunas actividades escolares añadidas, porque seguirán siendo actividades para niños «pobres», y esto es seguir estigmatizando a las familias y segregando a los niños, dividiendo a la sociedad por clases según su nivel de renta. Porque ya tenemos bastante con tener una Sanidad para los que pueden pagarla (la concertada y la privada) y otra para «pobres» (la pública), una Escuela para los que pueden pagarla (la privada y la concertada) y otra para «pobres» (la pública), y una Universidad para los que pueden pagarla y ninguna para «pobres», como para empezar a abrir también comedores escolares segregacionistas para niños «pobres». Por este camino, ¿qué será lo próximo: parques, jardines y playas para los que puedan pagarlo y otros espacios para «pobres»?

No hablemos ya de la bochornosa imagen que nos están dando  pasándose la pelota de los costes de unas administraciones a otras sin reparar en que están hablando de unos niños y sus familias, familias precarias que ya bastante tienen con sufrir lo que están sufriendo cómo para tener que aguantar tan lamentable espectáculo con sus hijos de por medio, gracias a unos “representantes” políticos que seguro no tendrán que mandar a ningún familiar a uno de estos comedores para niños «pobres» este verano.

comedor

Y tanto o más grave nos parece que se muevan ahora todos para dar de comer a 8000 niños «pobres» y no repare nadie en sus padres. Pues si estos padres no tienen recursos económicos para dar de comer a sus hijos, con total seguridad no tienen tampoco recursos para comer ellos mismos. Entonces, ¿qué clase de familia, qué clase de protección social es esta cuando olvidamos a su suerte a los padres que en teoría deben cuidar de estos niños «pobres»?

Por todo lo dicho, sería más respetuoso con la dignidad de los niños que pasan hambre en Canarias y sobre todo más responsable, que nuestras Administraciones se pusieran de una vez por todas con un plan contra la pobreza cargado de fondos económicos, que los hay si se recorta de donde hay que recortar, y dejaran de engañar a la gente con ayudas que son mentiras, como la Prestación Canaria de Inserción que muy pocos cobran en la actualidad.

 Y en cuanto a la propuesta de comedores escolares para niños «pobres», proponemos dos opciones que creemos más acertadas: 

I.- Pagar a cada familia con niños en precario una cantidad suficiente con la que pudieran asegurarse al menos una comida al día para ese niño y también para sus padres y hermanos mayores durante el verano. 

II.- Llegar a acuerdos con restaurantes concretos en determinadas zonas (con lo cual estaríamos al tiempo favoreciendo la economía de estos comercios en unos tiempos tan malos), para que sean ellos los que preparen menús diarios para estas familias, habilitando una forma de reparto a domicilio de la comida cuando la familia no disponga de medios para ir a buscarla al restaurante.    

Finalmente y para acabar, aclaramos el motivo que nos lleva a que cada vez que escribimos la palabra «pobre» lo hagamos entrecomillada. Es sencillo: porque en la Plataforma no vinculamos la pobreza o la riqueza con tener más o menos dinero, y entendemos que esos niños son todos mucho más ricos que la mayoría de ustedes, nuestros «representantes» políticos, a los que vemos verdaderamente pobres en voluntad, en aptitud o en catadura moral, entre otras cualidades humanas.

 Un 25 de abril de 2013, desde la Plataforma por la Dignidad.

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3 respuestas a NO A LOS COMEDORES ESCOLARES PARA NIÑOS «POBRES»

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  2. Ana dijo:

    a mi me beneficia que mis hijas comieran en el comedor de la escuela durante el verano , porque se come muy bien, y equilibrado ,y eso de que son pobres es una tonteria ,no me siento pobre ni yo ,ni mis hijas, no permitir abrir los comedores en verano es como cerrar los ojos y no ver lo que esta pasando

  3. pepe dijo:

    ¿Pero que noticia es esta? El gobierno da una mano de ayuda a los mas necesitados abriendo los comedores escolares para alimentar a los niños en verano y criticamos que nos estamos burlando de la pobreza de esas familias?. Pero que «coño» quieres que lleven la comida casa por casa a escondidas para que tus vecinos no sepan que te mueres de hambre. Hay que tener humildad para aceptar una ayuda con la cabeza bien alta.

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